La habitante de este proyecto quiere un estilo de vida vinculado directamente a la naturaleza, aspira a reducir su consumo energético y su huella de carbono todo lo posible para ser autosuficiente.
El terreno se ubica en un pueblo de la cuenca del río Saja, es una zona llana, con un sustrato de tierra vegetal y canto rodado a menos de medio metro de profundidad. El tipo de suelo es muy fértil y la vegetación del lugar se caracteriza por ser frondosa.
El clima de Cantabria es un clima templado, con estaciones muy marcadas. Los veranos son muy agradables, soleados con temperaturas máximas de 30º y durante el invierno llueve con mucha frecuencia, los días más fríos del invierno pueden caer heladas.
La primera decisión de proyecto respecto al sitio fue posicionar la vivienda en el lugar más al norte de la parcela, para aprovechar al máximo el jardín con orientación sur. La huella del edificio tiene una forma de T, esta decisión se tomó para poder crear varias áreas ajardinadas con características muy diferentes. Una orientada a sur y la otra, mas pequeña, a norte. La forma en T no es completamente ortogonal, el volumen que contiene la cocina y el salón gira aproximadamente 30º en relación al otro volumen. Este giro busca la orientación sur para captarla mejor calidad y mayor cantidad de sol para los largos meses del invierno cántabro.
La relación de los volúmenes y la tipología de su posicionamiento vienen inspiradas por las formas tradicionales de las casas cántabras.
Las casas patio o las casas corral se caracterizaban porque sus volúmenes formaban un patio de entrada, generalmente orientado a sur. Un soportal que resguardaba de la lluvia en invierno y del sol en verano da acceso generalmente a la casa, a través del estragal.
Un espacio umbral que articula el interior con el exterior. Las pavimentaciones tradicionales eran de la misma piedra que conformaba los muros. Las imágenes muestran algunos de los ejemplos del mismo valle.
Funcionamiento bioclimático:
El día más frío del invierno: Todas las ventanas deben permanecer cerradas, las ventanas deben recibir la incidencia del sol a 30º y calentar las superficies interiores de la casa. Por la noche las ventanas deben de ser protegidas con cortinas de lana aislantes. No existe ningún puente térmico y la envolvente está completamente sellada. Existen 2 rendijas de ventilación que permitirá el intercambio de aire exhausto por aire fresco sin comprometer el calor generado en la casa. El suelo radiante contiene agua calentada por un sistema renovable conocido como bomba de aerotermia.
El día más caluroso del verano: Todas las ventanas que se sitúan en la parte superior del espacio permanecerán abiertas permitiendo que el calor escape y existan brisas de aire frio en la zona habitable de la casa. Todos los vidrios deben de ser protegidos, tanto por persianas exteriores de madera como por la propia fachada, todas las carpinterías estarán posicionadas en el interior de la fachada para proteger el vidrio del calor y la propia carpintería del deterioro. Plantas caducifolias tamizarán los rayos de sol. Siempre habrá que favorecer la ventilación cruzada abriendo las rendijas de ventilación y todas las ventanas.