Esta casa en el barrio de Azurara se ubica en el centro de la traza antigua de la ciudad de Vila do Conde, ciudad periférica de Oporto. A la casa se accede desde una calle completamente pavimentada con granito. La calle está caracterizada por su traza irregular histórica, muchos de sus edificios conservan su aspecto original barroco. Esta traza histórica forma parte del Camino de Santiago Portugués. Toda la calle está completamente pavimentada y no hay vegetación. El hecho de que no haya nada de vegetación en la calle que da acceso a la vivienda favorece y dramatiza la experiencia de ver por primera vez el jardín que aguarda la casa. La arquitectura de la casa se entiende como un portal a este universo natural. La estrategia proyectual es la de desmantelar todo elemento arquitectónico no esencial de la planta baja y dejar expuesto aquellos elementos estructurales que conforman la integridad del edificio. Por eso nos quedamos con los 4 pilares centrales y los muros perimetrales. El forjado es una losa de hormigón bidireccional de 20 cm de canto que apoya sobre estos soportes. Una vez que se ha hecho este ejercicio se busca la forma de relacionar cada espacio interior con el jardín para enfatizar esta idea de espacio umbral o espacio portal a otro universo, aquí practicamos el concepto de permeabilidad. Con la idea del espacio servidor y el espacio servicio, este proyecto se desarrolla agrupando las áreas húmedas y de servicios permitiendo el espacio diáfano y libre en el espacio vacante. Desarrollando en la planta baja los espacios de salón cocina comedor abierto al jardín.